Te
escurre entre mis dedos
como agua entre piedras de río.
Te
necesito, mas no te tengo
porque no se puede retener el
viento.
Te
vas y me quemas
como quema el silencio en el olvido,
como hiere la monotonía a la vida.
Te
deseo y no me llenas…
¡Más
¿cómo puede colmarse lo infinito?!
Y
mientras, sueño, porque en mis sueños
te entretengo, apenas en ese pequeño
instante
en el que viajan los anhelos antes
de perderse
en
agujeros negros de un amor
que
no es deseo.
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